Esta asignatura ha sido una gran aventura
Para comenzar con esta reflexión final me gustaría señalar las palabras de Eagleton (1994) en su artículo ¿Qué es la literatura?; “la Literatura es un concepto difícil de definir, ya que algunas personas la han definido como “obra de imaginación”, en el sentido de ficción, de escribir sobre algo que no es literalmente real” (p. 1). Tenemos claro que lo que quiere decirnos es que la literatura nos remite a una forma de expresión escrita de ámbito imaginario. Eagleton sigue reflexionando sobre el término con estas palabras:
Sin duda Gibbon pensó que estaba
consignando verdades históricas, y quizá pensaron lo mismo los autores del
Génesis. Ahora algunos leen esos escritos como si se tratase de hechos, pero
otros los consideran “ficción”. Newman, ciertamente, consideró verdaderas sus
meditaciones teológicas, pero hoy en día muchos lectores las toman como
"literatura". Añádase que si bien la literatura incluye muchos
escritos objetivos excluye muchos que tienen carácter novelístico. Las tiras
cómicas de Superman y las novelas de Mills y Boon refieren temas inventados,
pero por lo general no se consideran como obras literarias y ciertamente,
quedan excluidos de la literatura (p.1).
Lo que nos quiere decir este autor con estas palabras es que
no hay que definir a la literatura por lo ficticio o por lo real, sino fijándonos
en la lengua, en sus usos y en sus funciones comunicativas. En la misma línea,
comparto con este autor que no todo lo escrito, sea real o ficticio, se puede
considerar literatura, porque no es lo mismo escribir sin ningún tipo de normas
que elegir de manera premeditada y siguiendo una serie de pautas que aporten
sentido y calidad a lo que va a ser leído.
La literatura, considerada como disciplina artística, debería
utilizarse más en las aulas, ya que es una herramienta capaz de cambiar el
mundo que nos rodea. Estaremos hablando de la literatura como un arma para
cambiar el mundo puesto que, a partir de esta, nos nutrimos de nuevos conocimientos
y experiencias, conocemos diferentes perspectivas con las que ver el mundo, nos
dota de creatividad e imaginación, etc. La literatura nos ofrece un sinfín de posibilidades
educativas que estamos dejando de lado simplemente por el hecho de no salir de
la zona de confort. Con esta asignatura me he dado cuenta de las múltiples
posibilidades que nos ofrece la literatura, desde el proceso que conlleva el
análisis y la selección de textos hasta la creación literaria. Es importante
que como docentes hagamos un ejercicio de reflexión que nos ayude a seleccionar,
analizar y, por tanto, enfocar la forma en la que transmitiremos los conocimientos
literarios. Quedé maravillada con la actividad del bloque III, cuando tuvimos
que seleccionar una obra de la literatura española y trabajar con alumnos y
alumnas de Educación Primaria. No nos damos cuenta de las posibilidades que nos
pueden ofrecer obras de nuestros autores más emblemáticos, siempre y cuando le
aportemos actual. No es lo mismo obligar a los niños a tener que leerse las
adaptaciones de estos artistas que guiarles y acompañarlos en el proceso de la
lectura y fomentarla con actividades que estén basadas en sus intereses. A partir
de actividad vivenciales y experienciales, los niños y niñas adquirirán un
aprendizaje significativo e incluso se suscitará el gusto y la curiosidad por
la literatura.
También se puede fomentar que sean ellos mismos quienes escriban
acerca de lo que sienten y sobre lo que les emociona. Muchos autores lo han
hecho y han escrito sobre el mundo que les rodea, plasmando sus sentimientos en
un papel. Existen casos como Antonio Machado que escribió Campos de Castilla
(1912) donde mostraba sus impresiones acerca de los paisajes de la zona. Por
otro lado, también se puede destacar a Bécquer quien, en su libro Rimas y
Leyendas (1858 a 1864), recopiló leyendas de tradición oral en un contexto
soriano utilizando algunos de sus parajes más conocidos. Estos autores, hacen
referencia a lugares que existen en la actualidad. Esto me parece realmente
interesante porque la literatura nos puede servir para dar permanencia a lo que
imaginamos. Gracias a la escritura, podemos disfrutar de lo que un día estos autores
imaginaron y eternizar así su palabra. El lenguaje oral es efímero, mientras
que el lenguaje escrito es estable e invariable (Carlino, 2006).
Por esta razón, es importante destacar que la literatura
sirve como botón para activar el cerebro de los niños y niñas. Estos desarrollan
su imaginación y creatividad utilizándolo como una herramienta más de comunicación
permanente y facilitando el disfrute y curiosidad de estos textos por parte de próximas
generaciones. Es cierto que, con la llegada de Internet, la escritura ha vuelto
a ser un hype (como dirían nuestros alumnos de los últimos cursos de EP
y, lo que corresponde al término tendencia mediática). En definitiva, la
escritura vuelve a estar en auge y la difusión de escritos, relatos, leyendas, etc.,
ha generado una estampida teniendo en cuenta que es más fácil su distribución y
decodificación. Y es que, si hacemos referencia a estos últimos años, debemos también
tener en cuenta que la literatura cada vez es más global y acerca a más personas.
el hecho de que muchas personas tengan conocimientos angloparlantes hace que la
literatura se extienda globalmente. Por lo tanto, si la escritura y, entonces,
la literatura es tendencia debemos ofrecer a los niños y niñas esas
herramientas y estrategias que les ayuden a seleccionar y/o crear textos fiables
y de calidad. Con esto, pretendemos que los individuos construyan su competencia
literaria, es decir, tener la capacidad para seleccionar textos para leer o
escribir que contengan un componente estético-literario.
El concepto de educación literaria ha cambiado mucho en las últimas
décadas, puesto que esta no queda limitada a la enseñanza de obras y autores
tradicionales ni se considera un aprendizaje académico de complejos comentarios
de texto, es ahora cuando hace relevancia en la construcción escolar de hábitos
lectores, siguiendo otros criterios para la elección de obras de lectura,
consiguiendo así de esta manera el disfrute del texto literario tanto en la
infancia como en edades posteriores. Esto se considera de gran importancia, ya
que la infancia es un sinfín de cuentos, poesías e historias que les ayudan a desarrollar
su comprensión y expresión lectora. Es, por este motivo que, el papel del
profesor es fundamental. Si un maestro o maestra no entiende de literatura
porque no se ha informado lo suficiente, no puede educar a niños y niñas sobre
ello, lo que derivará en transmitir información errónea y causar equivocaciones
en un futuro.
Sotomayor (2007) señala que, aunque la competencia literaria
de los más pequeños esté limitada a estas edades, debemos de considerar muy
importante una correcta educación literaria en la etapa escolar, donde los
niños y niñas sean partícipes de este proceso, desarrollen su imaginación y creatividad,
se conozcan y se identifiquen con personajes que les ayuden a resolver situaciones
similares y a tomar decisiones adecuadas. De esta forma, estaremos fomentando
que las próximas generaciones tengan en su mano una de las armas más poderosas;
el conocimiento.
Y es que se nos olvida (algunos lo ignoran, incluso otros lo
niegan) que la Literatura Infantil es literatura y que, como tal, debemos
valorarla, estudiarla y enjuiciarla; es una Literatura que tiene en cuenta de
modo expreso, cuando se escribe premeditadamente, la capacidad del lector para
compartir un lenguaje “especial” que, como el literario, se caracteriza por el
“extrañamiento”, entendido como procedimiento estilístico que permite al
escritor usar las palabras más allá del significado con que sustituyen la
realidad designada (Ceballos, 2016).
Bibliografía
Carlino, P.
(2006). La escritura en la investigación. Universidad de San Andrés. Recuperado
de: https://www.aacademica.org/paula.carlino/66.pdf
Ceballos,
I. (2016). Iniciación literaria en Educación Infantil. Universidad
Internacional de la Rioja. Recuperado de: http://xurl.es/oitpz
Eagleton, T. (1994). ¿Qué es Literatura? Una introducción a la teoría literaria. Santafé de Bogotá: FCE.
Comentarios
Publicar un comentario